El sobrepeso y la obesidad tienen múltiples causas. Teóricamente el sobrepeso es consecuencia de un exceso de alimentos, o simplemente comer más de lo que necesitamos.
No podemos desconocer que este exceso en el consumo de alimentos tiene varias causas, como por ejemplo la ansiedad, la falta de conocimientos en nutrición, comer fuera de casa, consumir alimentos pre-cocidos o listos para el consumo inmediato, una inadecuada selección de alimentos, falta de tiempo para cocinar, entre otros. Por esta razón el tratamiento para bajar de peso no se trata solo de seguir una dieta, o tomar un té o sustituir una comida por una malteada, se debe involucrar todos los determinantes que afectan al individuo. Muchos de los pacientes que asisten a mi consultorio, vienen en busca de una dieta, pero durante la consulta ellos constatan que lo que necesitan es un plan alimentario, requieren modificar varios comportamientos y que en el fondo lo que sucede es que están “comiéndose sus emociones”. Esta es la razón del por qué estos pacientes han probado miles de métodos para perder peso sin ningún éxito.
Comer como consuelo emocional significa usar los alimentos como forma de afrontar las emociones. Ya sea comer después de una discusión, comer por aburrimiento, por soledad, por el estrés cotidiano, por distracción o por tristeza. Comer no por calmar el hambre sino por calmar una emoción o un sentimiento.
Utilizar los alimentos como consuelo puede ser aprendido durante la infancia y practicado en nuestra vida adulta. Por ejemplo, cuando premiamos a nuestro hijo con un dulce por hacer algo bien, o le damos una galleta con tal que deje de llorar. Le estamos ensenando que los alimentos alivian sus emociones negativas y/o reforzamos les sentimientos positivos.
En las películas, es común ver una escena donde una mujer llorando devora un tarro de helado mientras ve una película. Si usted se identifica con esta escena probablemente usted se come sus emociones. Responda las siguientes preguntas para identificar si usted se “come sus emociones”:
- ¿Usted está pasando o ha pasado por una situación difícil?
- ¿Ha aumentado de peso recientemente?
- ¿Cuándo come algo que le gusta no puede parar de comer hasta acabarlo?
- ¿Cuándo no tiene nada que hacer y está en casa, abre la nevera más de una vez?
- ¿Come en exceso algo que le gusta y luego siente remordimiento por haberlo comido?
- ¿En mi familia hay alguien que use los alimentos para afrontar una situación o sentimiento?
Si respondió afirmativamente algunas de estas preguntas, puede ser que usted se esté refugiando en los alimentos. Si es así, pruebe los siguientes CINCO TIPS:
1. Escriba sus emociones, escriba por qué come y busque una actividad para cambiar este sentimiento. Ejemplo, “Como porque estoy solo y tengo tiempo libre”; entonces salga a caminar, llame a un amigo o a un familiar. Si discutió con su pareja o amigo, y quiere comer algo: salga al parque, escuche música, escriba una carta, etc.
2. Busca actividades en que liberar su estrés, inscríbase a un gimnasio, tome clases de baile, clases de arte, clases de cocina. etc.
3. Tenga a la mano alimentos saludables, como frutas y verduras lista para comer.
4. Antes de comer, evalué su nivel de hambre o evalué la razón de comer, si vez que no es por hambre toma agua y cambia de actividad.
5. Pida ayuda, si le preocupan sus hábitos alimentarios, hable con su médico, visite al nutricionista o hable con un sicólogo al respecto.
