Como desde hace 47 años, en el Día de Canadá, se celebró el CHiN Picnic en el Exhibition Place, frente al Lago Ontario. Este picnic es un gran festival multicultural organizado por la cadena radial CHiN, cuya programación se trasmite en 30 idiomas distintos. Como reflejo de la multiculturalidad de esta cadena y de la ciudad misma de Toronto, este evento anual presenta secciones para las diversas comunidades étnicas. Por esta razón, el pasado sábado 29 de junio se presentó en el Escenario Internacional el Festival de Música Hispana, en el que participaron tres grupos: Imbayakunas de Ecuador, Los Hijos de Tuta de Colombia, y Changuy Havana de Cuba. El presidente de CHiN, Lenny Lombardi, dedicó unas palabras de bienvenida al público que se reunió para disfrutar de la música latinoamericana.
El grupo Imbayakunas utiliza una combinación de instrumentos tradicionales y eléctricos que genera un sonido folklórico actualizado al Siglo XXI. A pesar de estar muy orgullosos de su país Ecuador, los Imbayakunas consideran que no existen las fronteras entre los países latinoamericanos y que Latinoamérica es una sola. Esto es muy cierto a nivel cultural y artístico. Y definitivamente dentro de Canadá no hay fronteras entre las comunidades latinoamericanas. Los Imbayakunas dieron un recorrido musical folklórico por toda Latinoamérica, interpretando melodías de Ecuador, Colombia, Chile, Argentina, Centroamérica e incluso Brasil. Incursionando en otros géneros musicales y con cierta fusión, pero siempre mantuvieron sus originales ritmos andinos. El grupo cerró con un número muy original, en el cual, dos de los músicos vistieron espectaculares máscaras ecuatorianas.
Fuimos llevados desde lo alto de los Andes con el grupo Imbayakunas hasta el llano con los Los Hijos de Tuta, que interpretaron principalmente géneros populares de Colombia y Venezuela, como el vallenato y la cumbia. Así también, vestían trajes típicos de su región y estilo musical, aportando elementos culturales visuales de América Latina. Los Hijos de Tuta mantuvieron su estilo artístico y característico, recordando a los presentes lo variada que es la manifestación cultural latinoamericana. Una de las características particulares de los Hijos de Tuta es su jovialidad y cierta picardía, desde el nombre del grupo, hasta el juego verbal chusco entre los integrantes durante las pausas entre una canción y otra.
El viaje prosiguió del llano al Caribe con Changuy Havana, quienes presentaron una explosión musical de los ritmos afrocaribeños, son, salsa y bachata. El ritmo, el movimiento escénico y la energía motivaron a un buen número de los asistentes a levantarse de sus asientos y bailar. Además, esta parte del concierto triple fue quizá la que más atrajo al público de otras comunidades culturales y lingüísticas.
El presentador del evento hizo hincapié en cómo el corazón es parte fundamental de la música latina y de que el hablar con acento en Canadá es algo que nos debe enorgullecer porque indica que nos comunicamos en más de un idioma.
Fotos por: Eduardo Soto-Falcón
