El Festival internacional de Cine de Toronto (TIFF) es uno de los eventos y encuentro del séptimo arte más importantes del continente, donde se reúnen connotados artífices del cine; pero también es una gran vitrina para cineastas jóvenes e independientes. Este año, en el marco del festival, se creó un nuevo espacio llamado TIFF NEXT WAVE FILM FESTIVAL que se dará inicio este jueves 10 de mayo concluyendo el sábado 12 y que contará con trabajos que abordan la temática juvenil contemporánea. Un espacio que busca inspirar a las nuevas generaciones de cineastas y amantes de lo audiovisual y una invitación a todos los jóvenes entre 14 a 18 años a ser parte del mundo del cine. Esta primera edición traerá de vuelta la “Battle of the Scores” donde estudiantes de high-school de Toronto competirán en vivo por la mejor musicalización original de films de alumnos de noveno a duodécimo grado.
El comité asesor de este festival está formado por 12 jóvenes que se propusieron encantar a la audiencia juvenil con películas que tocaran temas de interés para los jóvenes de hoy en día. Una de las películas seleccionada para este encuentro, es la ópera prima de la directora y guionista americana e hija de inmigrantes mexicanos Aurora Guerrero, quien, con vasta experiencia en cortometrajes, filmó su primer largometraje llamado “Mosquita y Mari”, el cual viene cargado de buena crítica tras de su participación en el prestigioso evento de cine independiente: el Festival de Sundance.
“Mosquita y Mari” es una revelación íntima de la adolescencia de Guerrero, quien trató no solo de reflejar la complicada situación de los adolecentes hijos de inmigrantes latinos en Estados Unidos, sino también las complejidades de una quinceañera y su relación con el entorno. “Mosquita”, una chicana (como se refieren a los mexicano-estadounidenses en los Estados Unidos) que vive en los tradicionales barrios latinos de California mezclando idioma, moda, emociones y cultura, es atraída por su nueva vecina Mari, algo normal entre dos niñas vecinas que, además, comparten clases en un colegio donde todos comparten las mismas raíces. La película recorre sutilmente la temática de los inmigrantes, las relaciones con los padres y las decisiones propias de esa edad. La directora es muy sabia al provocar emociones con las dos chicas que empiezan una relación curiosa y terminan provocando al espectador, ya que nos formamos una idea más atrevida de la joven, que termina siendo solo una niña de 15 años con curiosidad sexual. Nos pone al borde de las emociones; sin dramatizar demasiado, logra esa frescura en los personajes, un trabajo muy bien realizado por las jóvenes actrices que no superan los 20 años.
Fanessa Pineda, con solo 17 años, es quien encarna a “Mosquita”, la protagonista de este drama adolescente, que la muestra como una niña un poco tímida e inteligente. Mari, en tanto, es interpretada por la debutante Venecia Troncoso, quien deslumbra con su rol de adolecente inadaptada y logra crear una complicidad convincente con su amiga. Es un gran trabajo el de ellas en conjunto con una dirección clara, aunque no había nada que improvisar puesto que la realidad de los personajes era compartida por las protagonistas.
Así también, se muestra una realidad cotidiana para muchas comunidades latinas que viven en Canadá. La música es uno de los aspectos importantes que da con la tonalidad y ambienta los espacios para crear emociones a través de temas en español, liderados con la bella voz de Carla Morrison.
La película tiene el tono independiente característico de una nueva generación de cineastas que se atreven a abordar temáticas sociales con dejos de realidad para acercar al espectador de una forma más intima, logrando que entendamos las miradas lujuriosas de dos jóvenes que solo se deben enfrentar al difícil proceso de crecer. “Mosquita y Mari” no es más que un pedazo de realidad enfocado en el placer y la libertad que otorga esa edad.
El estreno en Canadá es este sábado 12 de mayo a las 4: 45 pm en el TIFF Bell Lightbox. Para más información puedes visitar: www.tiff.net/nextwave
Publicado: 09 de mayo, 2012
Texto: Francesca de Luca
