La situación del COVID-19 en Toronto sigue siendo delicada por lo que para las autoridades se necesitan más acciones en los lugares de trabajo donde el riesgo de transmisión es alto. Una Orden de la Sección 22 emitida por el Oficial Médico de Salud que entró en vigencia el pasado 23 de abril obliga a todas los negocios de la ciudad en los que se presente un brote a notificar a las autoridades y cesar totalmente sus operaciones por un mínimo de 10 días.
En un comunicado de prensa el Toronto Public Health (TPH) explicó los alcances de esta orden en la que también se definen algunos casos excepcionales que no deberán entrar en un cierre total en caso de encontrarse algún brote entre sus trabajadores.
"La orden de la Sección 22 requerirá que los propietarios y operadores de un lugar de trabajo notifiquen a Toronto Public Health tan pronto como se den cuenta de cinco o más personas asociadas con su lugar de trabajo que den positivo por COVID-19 dentro de un período de 14 días", dice parte del comunicado.
"Tras la investigación, es posible que se requiera que estos lugares de trabajo cierren total o parcialmente, o que despidan turnos o equipos", complementan.