Los estudios de Pilates están atiborrados de mujeres; señoras de mediana edad que apuestan por este método para tonificar su figura, mejorar su flexibilidad y conseguir bienestar. Sin embargo, la mayoría de los hombres no creen en esta disciplina tan popular entre los famosos: son muy pocos los que se atreven a recibir una clase.
Para ellos, esto que en principio fue llamado “El arte de la contrología”, es una especie de gimnasia de la que sólo las mujeres pueden beneficiarse. Ciertamente, los prejuicios son serios y absurdos; además, tienen la mala costumbre de limitarnos, y esto es lo que ocurre con el Pilates, un sistema de entrenamiento corporal repleto de falsas creencias.
Aun cuando fue creado por un hombre (Joseph Pilates), paradójicamente las personas de este sexo son las menos adeptas a este método. Algunos piensan que es extremadamente lento y aburrido, mientras que otros aseguran que es un trabajo sólo para mujeres. Son muchos los mitos que se han creado en torno a esta disciplina; dejarnos influir por ellos sería un total desperdicio. Existen muchas razones por las que los hombres deberían animarse a practicarlo; las siguientes son algunas de las más importantes:
- Brinda flexibilidad. A los hombres les encanta tener mucha masa muscular, y sabemos que cuanto mayor sea ésta, menor flexibilidad existe. El Pilates elimina tensiones y permite aumentar el rango de movimiento de ellos, quienes científicamente son menos flexibles que nosotras.
- Trabaja músculos olvidados. El cuerpo de un hombre es mucho más que un par de brazos y piernas. Este método permite ejercitar de manera consciente esas partes descuidadas que ellos no toman en cuenta cuando visitan el gimnasio; esos músculos que jamás reciben la atención necesaria.
- Mejora el rendimiento. El Pilates fortalece los músculos del pie, y mejora la alineación y la postura, lo que es estupendo, por ejemplo, para aquellos fanáticos del asfalto: los corredores. Esta disciplina sirve como ejercicio complementario que permite mejorar el rendimiento al momento de practicar cualquier otro tipo de deporte.
- Fomenta el trabajo consciente. En la actualidad, realizamos las tareas de manera automática: ni hombres ni mujeres somos conscientes realmente de lo que hacemos. El Pilates brinda la oportunidad de estar atentos y de evitar distracciones (esas que a veces son inevitables en los gimnasios). Se debe combinar la respiración con cada movimiento, lo que obliga a tener una mayor concentración. Al final de una clase, te sentirás renovado y muy relajado.
- Ofrece un entrenamiento con propósito. Este método es un ejercicio funcional que acondiciona el cuerpo con movimientos integrados para mejorar el equilibrio y la función de cualquier persona en su cotidianidad: nos permite entrenar para la vida real. En este sentido, los hombres podrán, por ejemplo, levantar un objeto pesado del suelo, evitando sufrir lesiones; o pasar largas horas enfrente de un computador sin sufrir tensiones. Es un ejercicio útil que no termina al finalizar la hora de clase.
?Lo único necesario para practicar Pilates son las ganas de querer realizar un trabajo preciso que permita mejorar nuestra condición física. Todos podemos obtener el equilibrio muscular que tanto deseamos, sólo debemos tener control del cuerpo, y lograr las conexiones necesarias para practicar esta disciplina. Este método jamás será un ejercicio exclusivo de mujeres: un prejuicio que ha evitado que los hombres aprovechen las maravillosas ventajas de este sistema de acondicionamiento físico. Intenta probarlo, te aseguro que notarás los beneficios en poco tiempo.
