El estrés es una fuerza que nos impulsa a cambiar, a crecer o a luchar. Distintos hechos que provocan en cada uno de nosotros algun tipo de reacción, inclusive hechos positivos, pueden generar estrés. Por ejemplo, el que una pareja espere un nuevo bebé en su hogar, puede provocarles estrés, aún sí estan esperando ansiosos este acontecimiento. No todo el estrés es nocivo, pues el estímulo, el desafio o el cambio pueden ser aprovechados inteligentemente. No olvides amigo lector: Todo cambio en nuestras vidas puede generarnos estrés pero puede ser temporal y tener como resultado algo bueno para nosotros.
Un día lluvioso y frio, por ejemplo, nos puede causar estrés físico y el cuerpo sabiamente como respuesta puede alterar la circulación, la respiración y la frecuencia cardiaca para adaptarnos y lograr sentirnos en este caso, con más calorcito. El hecho de que estemos en contacto con aire contaminado también nos genera estrés físico. Cosas tan rutinarias como cumplir tareas, plazos y horarios en la escuela o trabajo, provocan muchas veces estrés psíquico.
Una alimentación equilibrada nos ayuda con el estrés:
Una situación de estrés activa la función de huir o luchar, secretándose adrenalina: la hormona del estrés, que viaja por el cuerpo elevando la presión cardiaca, acelerando el ritmo respiratorio, aumentando el azúcar en sangre y la grasa del cuerpo para aumentar la energía disponible para los músculos. Esto nos ayuda a hacer cosas que normalmente no hacemos. Así nuestro cuerpo se prepara para enfrentar el riesgo y los peligros. Terminada la situación estresante, el cuerpo se relaja y todo vuelve a la normalidad. Cierta cantidad de estrés es provechosa pues nos pone alertas o en guardia, pero cuando es excesiva surgen problemas cardiacos, digestivos, alergias, asma, erupciones en piel, hipertensión y cáncer, además de problemas psicológicos como depresión, ansiedad, apatia, trastornos alimentarios, abuso de alcohol o drogas.
Amigo lector, el estrés permite que la persona se desempeñe correctamente ante cambios en el ambiente o en la rutina diaria. Si se prolonga, puede dañar gravemente la salud o empeorar cualquier situación delicada que ya se tenga. El cumplimiento de horarios, tareas y labores donde lo que se exige es mucho mayor a nuestras capacidades, provoca también estrés y, lejos de mejorar el rendimiento, lo empeora. Por esto, te recomiendo conocer bien hasta donde puedes llegar sin generar una cantidad excesiva de estrés y darte siempre tiempo para ti, tu familia y tus amigos.
No dejes de escribirme a serdancar@hotmail.com. Con el cariño y el interés de siempre, Tu amiga nutrióloga Carmen Serdán.
Consejos y comentarios de Carmen Serdán:
Carmen Serdán es Licenciada en Nutrición y Ciencia de los alimentos. Cuenta con estudios y experiencia en países como México, España y Canadá.