Los beneficios del drenaje linfático son numerosos, sobre todo porque este tipo de tratamiento favorece tanto la salud como la belleza. El drenaje linfático tiene como principal objetivo contribuir a que el organismo pueda protegerse mejor y a que se elimine de una manera más efectiva los desechos que origina de forma natural.
No obstante, los efectos del drenaje linfático son más completos, según explica el Edison Institute of Nutrition (EIN). Este instituto canadiense asegura que además del propio trabajo que se crea con el drenaje, también se le ofrece al cuerpo una vasoconstricción de los capilares sanguíneos, es decir, se crea una constricción que permite una mejora en la circulación de sangre, pues esta se torna más lenta y así mejora considerablemente la relajación muscular.
De igual forma, los movimientos que se producen durante el tratamiento también tienen un efecto sedante, por lo que es ideal para las personas que sufren estrés o ansiedad e, incluso, para aquellas que atraviesan procesos agudos de dolor.
Precisamente ese trabajo que se realiza en todo el cuerpo hace que se produzca una relajación muscular, lo que consigue un reequilibrio de toda la masa muscular y un aumento de la movilidad intestinal.