Las fiestas de fin de año suelen llenar de color y alegría los corazones de millones de personas alrededor del mundo, pero así como traen felicidad pueden provocar estrés o ansiedad en las personas que se encuentran viviendo la festividad.
Este año no es como los anteriores; una pandemia mundial tomó por sorpresa a la humanidad agravando nuestra manera de vivir, volviéndola más complicada. Y no es algo que afectó a unos pocos, todos fuimos alcanzados por esta epidemia, sin excepción, haciendo que nos sintamos más vulnerables.
Si estás pasando por un proceso igual o similar al descrito arriba, no debes preocuparte, no estás solo ni eres el único viviendo algo así. Lo importante es conocer las maneras en cómo tratar esas sensaciones y lograr aliviar cualquier mal que te esté menoscabando.
El reconocimiento: Es el primero y más importante paso hacia la estabilidad. Aceptar lo que estás sintiendo y cómo te está afectando, además de invertir el tiempo necesario en expresarlo, es lo que encaminará tu ruta a la recuperación.
Mientras más te dediques a negar lo que estás viviendo y sintiendo, va a ser mucho más complicado encontrar una luz que ilumine te camino de regreso a la estabilidad, incluso abordando una crisis mundial de este calibre.