Caverni Hills 90210

Toronto · Publicado el: 16 noviembre, 2011

Imaginémonos por un momento la época de las cavernas. Corría el año de 90210 antes de Cristo. Un llano virgen que se pierde en el horizonte y unas cuantas montañas a nuestras espaldas, un río caudaloso que baja gentilmente entre rocas, pequeños deltas y algunos matorrales que complementan el paisaje, animales salvajes por doquier y pequeños grupos de cavernícolas buscando cubrir sus necesidades básicas, hermoso panorama que describe “Caverni Hills”.

Ahí, en la caverna de abajo vive “Caver”, de apellido “Nícola”, un hombre en sus 18, ya todo un abuelo para la época. “Caver”, como el resto de los habitantes de “Caverni Hills” sueña con vivir en la cueva superior, esa que tiene una vista privilegiada y que ofrece protección adicional de los ataques de tigres dientes de sable, serpientes y otros depredadores que a menudo cobran la vida de los pobladores, especialmente de los habitantes de las cuevas de la planta baja, por llamarle de alguna manera, mientras lo hace, la vida sigue y vaya que la vida es activa en este lugar.

En “Caverni hills” las actividades comienzan desde muy temprano, por la mañana algunos valientes se aventuran a salir a trabajar con la versión arcaica del ordenador moderno, un garrote y una lanza. (Supongo que los de la lanza sería los usuarios de la versión primitiva del Mac, mientras los del garrote eran PC users).

Mientras se despiden de sus familias, sus mujeres cavernícolas visten las pieles de moda para salir al centro comercial, es decir, a los arbustos mas frondosos para hacer las “compras” mientras platican con otras sobre la vecina de la cueva de arriba y los ronquidos de sus maridos. -¿Ya sabes que a la de la caverna “Mamut” le pega su marido?- y otros temas de interés social.

Así avanza la mañana y es evidente que en aquél pueblo las cosas siguen su curso sin mayor problema, sin embargo las cosas cambian drásticamente cuando sus parejas vuelven de la cacería, los que regresan, pues algunos han sido abatidos en el proceso de adquirir comida.

Comienzan a repartirse el botín, que en esta ocasión ha sido cuantioso y de inmediato se hacen presentes las comparaciones: –A la de arriba le tocó un pedazo más grande-, - Tú siempre te quedas con la carne más suave-, -Necesito que me traigas más comida- ó –Esa piel le cubrirá mejor del frío- entre otras muchas.

“Caver” por su parte, es sumamente cauteloso y analítico, se ha dado cuenta de que los reclamos de su pareja, como los de la comunidad en general, aunque constantes, varían sutilmente de acuerdo al resultado de la cacería ó la recolección.

En cuanto la comida escasea, siempre se le busca a cualquier precio e incluso arriesgando la vida en el proceso, sin embargo por otro lado cuando la comida es abundante, las “necesidades” comienzan a ser de otro tipo, los otros habitantes de “Caverni Hills” comienzan a competir por el tipo de piel mas adecuado, aunque todas te protejan por igual del frío e incluso ha notado que cuando la comida era suficientemente abundante, las cuevas estaban bien resguardadas y no había peleas, los mejores cazadores podían dedicar tiempo a plasmar sus batallas épicas en las paredes de la montaña, donde todos podrían verlo, ¿Qué más podría pedir un cavernícola?

Ha notado también que durante el verano, cuando la comida es abundante y los días más largos, los hombres se reúnen para pelear con mayor frecuencia y sin razón aparente, mientras que en el invierno, cuando la comida es escasa y el buen clima apenas y alcanza para conseguir lo primordial para mantenerse vivo, las peleas, cuando las hay, son siempre una cuestión de supervivencia donde alguno de los miembros está buscando defender lo propio y rara vez se arriesgan a ser heridos pues una herida en el invierno es ciertamente mucho más dañina que en el verano.

Con esto en mente se dio cuenta de que si conseguía suficiente comida, podría pensar en cambiar de cueva, para cambiar de cueva tendría que ser aceptado en los grupos de cazadores que vivían en las mismas, los cuales regularmente eran considerados mejores cazadores que el resto, pero por ello altamente estrictos al momento de admitir a alguien en sus filas.

Así, sin saberlo con certeza, logró describir la escala de motivantes que cualquier cavernícola enfrentaba para poder llegar a mejorar su nivel dentro de la élite social de Caverni Hills.

Conseguir comida, Conseguir casa, Mejorar como cazador para ser aceptado por otros grupos de mejores cazadores y así conseguir más comida y eventualmente una mejor casa, al final, en un periodo de calma social, podría darse un tiempo para pensar en qué historias plasmaría en el muro de la montaña y así ser recordado por siempre.

¿Pero qué historias escribiré? ¿Serán historias donde destruí y arrasé con todos mis contrincantes? ¿Serán historias que hablen del gran cazador que lograba las mejores presas con la menor cantidad de heridos? ¿Serán acaso historias donde todos me teman ó donde todos me amen?

Definitivamente el conocer esta escala de motivantes permite a “Caver” estar en una mejor posición para protegerse en tiempos de escasez y a la vez realizar intercambios y acuerdos con otros, pero debe ser cuidadoso en el proceso de llevar a cabo su plan, pues será en el trayecto en el que escriba las historias que después podrá plasmar en el muro de la trascendencia.

En la vida, desde aquellos tiempos, los seres humanos luchan por conseguir la trascendencia, pero es en el proceso en el que definen cómo es que van a alcanzarla, a quién van a afectar positiva o negativamente y con quién van a reunirse para lograrla.

¿Atiendes tus responsabilidades? ¿Juegas limpio? ¿Dedicas tiempo a las personas importantes en tu vida?

Todos dejamos huella, para bien o para mal, de algún u otro modo, por más o menos tiempo, seremos recordados, después de todo, en la vida también se deja huella por donde debiendo pasar, no se ha pasado.

 


Publicado: 16 de noviembre, 2011
Artículo: Jaime Leal – Coach de Vida www.cambiastucambiaelmundo.com
Twitter: @jaimeleal

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Jaime Leal

Jaime Leal es un conferencista y brinda talleres en temas de crecimiento personal, además es conductor de programas de radio y TV en México y España. Actualmente Jaime Leal vive en Canadá.

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