Caravana de la Esperanza 2014

El Padre Hernán Astudillo encabezó esta caravana, donó seis ambulancias para los más necesitados. “En los surcos de justicia se integran y cultivan los frutos de la paz”, dijo.
Por el Padre Hernán Astudillo
Toronto · Publicado el: 24 enero, 2014

Mientras el frío acosa nuestras responsabilidades, bajo un millar de blancas sonrisas de nieve, el contingente de voluntarios no descansa... Entre canciones, memorias históricas y celebraciones religiosas, hemos recordado a las víctimas de los terremotos del mes de enero y del 13 de febrero del 2001. Al mismo tiempo, inclinamos nuestros silencios para recordar en nuestro amor infinito a las víctimas de los 12 años de guerra civil de la patria salvadoreña y la firma de los acuerdos de paz en México-Chapultepec, el 16 de Enero de 1992.

El Salvador es un oasis de héroes, profetas, mártires y santos de carne y hueso. San Romero de América, brilla en los rincones más escondidos, de los corazones radiantes en este continente. En Toronto-Canadá, nuestra patria emigrante recicla su memoria histórica, para construir un pedacito de pan solidario en la bandera flameante de los pobres y excluidos. Esta bandera no tiene colores, fronteras, partidos políticos o estratos sociales. Simplemente es la bandera de los pobres que integra en sus entrañas el estandarte de la Caravana de la Esperanza Global Aid.

Como un enjambre de abejas, mujeres, hombres, niños y niñas, entran y salen del pequeño Santuario San Lorenzo y San Romero. La maseca, los frijoles, el chicharrón y queso, van convirtiéndose en el pan de la comunión llamada popusa, acompañada de los gorriones locales. Y un grupo de dinámicos voluntarios que animan la participación de cientos de hermanos/as emigrantes que llegan con sus generosas manos para compartir el pan de la comunión que produce milagros prácticos.

La canción popular dice: “Cuando el pobre crea en el pobre, ya podremos cantar libertad”. Mientras las grandes transnacionales se esmeran por dividir a los pobres y sus organizaciones populares. San Lorenzo y San Romero avanzan muy lento en el contento desafío de cada inmigrante que no se rinde en su diario caminar. Colectar los milagros de las popusas, empanadas, tamales, casamiento y el sabor exquisito de los platos típicos de nuestra América morena, toma casi un año. Pero vale la pena porque después se ven todos los esfuerzos transparentes transformados en ambulancias o buses escolares, “Con paciencia se llega a la gloria”. Los celos y la envidia no faltan y usualmente nos acompañan en las duras noches de tregua. En esta ocasión no cruzaremos las fronteras de Estados Unidos, México, Guatemala y El Salvador. Simplemente tomaremos otra ruta. La ruta que acompaña los gestos incansables de la justicia para cultivar una cultura de paz.

El pasado viernes 17 de Enero fue un día con mucho frio. Salgo de mi pequeño rincón a las 4:30 am rumbo a la parroquia, me dedico a llenar los tanques de diesel de los vehículos y a ubicarlos en orden, mientras el día va surgiendo con  frío y nieve. Entre silencio y obscuridad va llegando Luis Barillas para apoyarme a limpiar la nieve, simultáneamente veo a dos de las mamitas (Matilde y Juanita), llegan a calentar el comalito para hacer popusas... Y así sucesivamente, van llegando los demás compañeros.

Cuando son las 10 am iniciamos la rueda de prensa. Evocamos en esta Caravana a Natali Elizondo una jovencita que está en el cielo y sus padres se suman en este contingente para mantener su memoria histórica. Seguidamente el concejal Joe Mihevic hace honor a la parroquia por su solidaridad local, nacional e internacional, luego el embajador de El Salvador Oscar Terán recuerda los acuerdos de paz y su importancia, continua Pablo Vivanco del "Centro para gente de habla hispana" evocando la importancia de la solidaridad de aquellas mujeres incansables de San Lorenzo y San Romero. Momentos más tarde el Cónsul de El Salvador Óscar Toledo enfatiza la importancia de la solidaridad de la comunidad Latinoamericana y finalmente Pablo Godoy representante del sindicato de comida a nivel nacional, ratifica el sufrimiento del pueblo salvadoreño en sus esfuerzos cotidianos por construir la paz.

A las 11 de la mañana salimos desde la parroquia en Caravana rumbo a las instalaciones del "Centro para gente de habla hispana" que están ubicadas en las intersecciones de Jane y Wilson. Claudio, el Director Ejecutivo, envía un mensaje de paz para toda la comunidad Latinoamericana y en caravana continuamos rumbo a la estación de policía que está ubicada en la intersección de Finch y la 400. Aquí el Sargento Andrew reitera sus felicitaciones a la caravana de la esperanza por su ardua labor humanitaria y anima a la comunidad a mantenerse unida. El tiempo, frío y cansancio nos acompañan y continuamos a nuestra parada final Airport Cargo, ubicada en las intersecciones de Airport Rd. y Orlando. Llegamos en Caravana aproximadamente a las 2 de la tarde para compartir nuestro mensaje final. Desde aquí se embarcarán las ambulancias en conteiners y serán transportadas por barco rumbo a El Salvador y Ecuador.

Espera... espera...espera. Aun no concluimos, esta Caravana aun no llega... les contaremos en nuestro próximo capítulo, cuando los vehículos lleguen a estos dos países de Centro y Sudamérica... Mientras tanto seguimos en las rutas de la esperanza, inspirados en la memoria histórica de San Lorenzo y San Romero.

Con aprecio,

Padre Hernán Astudillo

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